ONIROS

RETAZOS DE LA NOCHE


SUEÑO 05-01-08

“Habíamos ido a comer con Paula. Vestía una pollera color marrón con florcitas de fondo y blusa blanca. Entramos en un lugar grande, con muchas mesas, todo muy bien puesto. Era una parrilla libre.
El mozo se acerco y nos trae carne para comer como entrada. El lugar tenía una decoración bastante obscura, mucha madera, manteles bordo, cortinas… Nos sentamos en una mesa mirando a una pared, los dos del mismo lado. En un momento ella me pregunta “si quiero algo mas”. “si, le digo, si puede ser una mollejita”.
Levanto la mano para llamar al camarero. Este se acerca, le pido y me dice “señor, es autoservice”. Cuando me dirijo a la parrilla, el mozo me cambia el plato. Se lo digo y busca mi plato blanco con una mancha de salsa. No lo encuentra. Bueno, intento encontrar uno entre las mesas dispuestas. No hay.
Había hondos, playos chiquitos, cuadrados, bowls… Ninguno playo y grande como el que había usado. “Bueno, no importa, camino a la parrilla busco uno”
Pregunte por donde quedaba esta y me indicaron a la vuelta de una puerta, saliendo del salón. Allá fui, pasando por unas mesas, traspaso unas puertas ‘vai-ven’ y salgo del comedor a un salón muy grande, mas parecido a un casino que a un restaurant. Había una gran habitación en el medio, por donde entraba y salía gente. Todo muy decorado y con una alfombra multicolor. Salgo de ese salón y estoy como en otro edificio, donde había miles de escaleras que iban y venían, mucho vidrio, pasillos cortos que también terminaban en escaleras (se las podía ver en algunos lugares por que el techo era transparente)
Bajo por una, doblo para aquí, doblo para allá, subo otra vez… finalmente llego a una especie de cocina de bar o fonda, que desentona con el resto del edificio. Muy vieja y sucia. Le pregunto a un tipo dónde puedo pedir la comida y me indica una fila alrededor de una parrilla igualmente grasienta con una campana muy grande. Busco un plato, recorriendo las mesas que hay. No encuentro y agarro cualquiera (da igual -me digo- es para llevar la comida hasta la mesa)
Me ubico en la fila y delante mió se pone un chico. Tenia un gorro con visera muy feo y era muy delgado. “Perdón, pero es mi lugar” le digo. “No. ahora es mió, me quiero quedar aquí” me responde. Lo agarro por los hombros, lo levanto y lo ubico a tras mió. Acto seguido vuelve adelante mió. “Tenes que hacer la fila. No te hagas el boludo” lo vuelvo a poner detrás mió y ya no jodio mas.
Después apareció un señor con un nenito muy chiquito que levanto y le apretó los cachetes, cuando el parrillero me pregunta que quería. “Mollejita. pone un par” ; “tengo vizcacha también, queres?” ; “bueno, pone un pedacito”
Al costado de la parrilla había una mujer con un aparejo de pesca (un nylon, una boya grande y un anzuelo) tratando de pescar en un cuadrado que había en el piso y según se podía ver, daba al río. Encarnaba y tiraba… Hablaba con alguien que le indicaba que hacer. En un momento se hunde la boya de forma muy violenta y la agarro de un brazo para que el pez no se la lleve. La mujer esta muy contenta (tanto que después en otro momento del sueño, la veo tirada en el piso de un habitación con sus manos en la entrepierna, diciendo que la dejen disfrutar de ese orgasmo [¿?] luego se sube a un tipo sentado en un inodoro en el medio de la habitación)
Salgo de la parrilla para volver a la mesa con Pau… Miro la hora, eran casi las 13 y no se por que razón debía estar ahí… La cuestión es que cuando quiero rehacer el camino me olvido.
A todo esto, el lugar –que estaba transitado por muchas personas- fue invadido por una especie de movilización o algo parecido, desconocidos para mi. Algunos iban vestidos como enfermeros otros con barbijos. Saltaban por las escaleras, corrían… Entre dos de ellos arrastraban como una tela larga con la cual hacían caer a las personas. Otros ensayaban saltos, por todo el lugar.
Yo trataba de esquivarlos, subiendo escaleras, saltando las telas (a decir verdad no lo se, pues no se veía que le hicieran daño a nadie) y llegado el momento me perdí en ese edificio (que se me antojo un centro cultural)
Comencé a desesperarme por llegar, ya que sabía que Pau me estaba esperando hacia un buen rato. Pregunte como llegar, pero daba la sensación de que la estructura del edificio cambiaba, por mas que corría, saltaba, iba por pasillos, bajaba escaleras y atravesaba patios, siempre estaba perdido.
En un momento vuelvo a estar en ese gran salón y pregunto por el bar y me mandan para otro lugar. “No, no, no es un bar. Es un comedor” digo, entonces me indican como llegar. Por fin lo encuentro, estaba casi vacío, solo unas mesas ocupadas y al fondo Pau. “No va a creerme cuando le diga que me paso, pero es cierto”
Entonces ella se levanta, agarra su cartera roja y le salgo al cruce entre dos mesas… “Estoy cansada de esperarte, siempre igual (o algo así)”
En ese momento se me nubla la vista y comienzo a caer delante de ella.




SUEÑO 16-02-2002

“Recuerdo que tenia que llegar al aeropuerto por que viajaba. No recuerdo donde. No llegaba, se me hacia tarde. Había un colectivo (uno de la línea 9) que no me acercaba. La otra imagen es que estaba atravesando un prado donde detrás de unas lomas había unas construcciones. Era verde y estaba bien cuidado. Subo por esta construcción, que me pareció alucinante (creo que en el sueño digo algo así como que esto es el paraíso)

La otra escena es dentro de una casa, pero también dentro de un auto. Entonces la persona que estaba manejando (no se veía) me dice que vamos a llegar tarde. yo estaba mirando algo en la casa, no recuerdo que era. Subo al auto y le digo: ‘bueno, vamos, pero es tarde’. ‘pero algo vamos a hacer’ me dice la persona que maneja y enciende el auto. Salimos, pero en vez de ir por la calle, salimos a un patio interno de una casa. El auto era muy pequeño e íbamos topando las puertas (que eran todas diferentes) para poder abrirlas. En un momento, al cruzar uno de los patios apareció un perro color blanco con manchas marrón clarito; una sobre la parte izquierda de la cabeza y otra sobre el cuerpo. Ladraba.



Nosotros continuamos abriendo puertas y el perro nos seguía siempre ladrando. Luego apareció una mujer (solo podíamos ver la parte inferior de sus piernas y una parte del vestido) barriendo el patio. La dejamos atrás y nos topamos con otra puerta que no se abría. Estaba como tapiada con ladrillos y unas maderas. El perro se paro junto a la puerta y olisqueaba y miraba. Recuerdo haber dicho algo así como que por ahí no podemos salir y deberíamos dar la vuelta. Volvimos por donde habíamos llegado (pasamos junto a la mujer que seguía barriendo, los patios y las puertas) siempre con el perro junto al auto.”



Una vez despierto, recuerdo que lo primero que se me ocurrió fue asociar la visión de las puertas hacia atrás, con el recuerdo de vidas pasadas. Fue una sensación muy concreta de haber vuelto hacia el pasado…fui un perro, una mujer…? No lo se.



Lo curioso es que en ningún momento me sentí temeroso o angustiado o mal. Simplemente fue una experiencia extraña y agradable.